
Luego de un año totalmente cerrado, pero varios más en evidente decadencia, el mítico Kilkenny reabrió el martes 8/marzo y allí estuvimos. Pero claramente la noticia es que lo hizo de la mano de su creador original: ROBERTO AMITRANO, junto a 2 de los otros 3 dueños originales, ahora como inversionistas.
Con jóvenes 74 años, desbordando energía y actitud, Roberto “cortó las cintas” por 2da vez junto a su esposa Nora más sus hijos Alexis y Alan, encarando uno de los desafíos más interesantes de su carrera en la industria de bares y bebidas: volver a poner a su pub en la escena nocturna como hace 2 décadas supo hacer con maestría. A fines de 1998 logró instalar el único pub irlandés de la historia en Latinoamérica que formó parte del Guinness Original Irish Pub Concept: una plataforma oficial de la famosa marca irlandesa de cerveza (negra) stout. Luego de varios años de sumo éxito, Roberto vendió su parte hacia 2015 para enfocarse en la nueva cervecería Gambrinus, ubicada en Zárate. Fue el inicio del declive de Kilkenny, hasta que la pandemia le dio el golpe de gracia.
SU APORTE HISTÓRICO
Aunque por entonces ya existía a una cuadra el 1er Down Town Matías desde hacía 25 años, y The Druid In por la calle Reconquista a media cuadra (ambos ya cerrados), fue la apertura de The Kilkenny en la esquina con Marcelo T. de Alvear la que forjó un pujante“ecosistema de bares irlandeses en la zona”-como publicó un diario- o en realidad un polo birrero. De todos modos fue mucho más. El principal aporte fue el arraigo de varios conceptos y hábitos nuevos de consumo:
- AFTER OFFICE. Fue el point que realmente trajo a la Argentina el hábito de salir de la oficina e ir por un par de cervezas, como se estila en el Reino Unido e Irlanda desde hacía décadas. Eso luego derivo incluso en que se organizaran After Office en boliches cercanos y el hábito quedó totalmente instalado en la sociedad no solo porteña, sino argentina. Es que obviamente los irish pubs crecieron por todo el país, como el famoso Leinster en San Juan (@leinsterbar).
- CERVEZA STOUT. Claramente fue el que hizo importar al país desde Irlanda la GUINNESS famosa en el mundo (ver nuestra visita en edición 59 de Revista Bar and Drinks, pag.60 a 64), pero sin presencia alguna en América Latina. Con esa espuma nitrogenada que la hacía tan distinta al resto, cuando por entonces las negras nacionales solo eran las bocks industriales, un estilo muy opuesto y con ínfimas ventas en botella de litro retornable. Y Amitrano no solo hizo traer la Guinness, sino que lo hizo en barriles importados exclusivamente por la cervecera CCU para The Kilkenny, cuando la dueña siempre fue Diageo. Tanta fue la simbiosis con esa marca, que el declive del pub fue a la par de la irlandesa que incluso dejó de entrar al país por muchos años.
- PINTAS. No solo fue el desembarco fuerte de Guinness como marca, sino que fue el de las pintas como los vasos/unidad de medida/forma de consumo de las cervezas por excelencia. Hasta entonces el Chopp era lo históricamente instalado por Quilmes, la marca industrial líder que acostumbraba a derrochar millones en disfrazar casi todos los bares con publicidad, en lugar de generar valor. Hoy existen centenares de bares de cerveza artesanal en todo el país, como también fábricas micro-cervecerías que toman como normal el vaso Pinta (568 ml) y media pinta. No era así antes de Kilkenny.
- SAN PATRICIO. El verdadero responsable de haber masificado esta celebración irlandesa fue este irish pub ahora reabierto. A principios de los 2000s llegó a reunir unas 60-70.000 personas en varias cuadras a la redonda, siendo testigos de algo inédito en la historia y único hasta hoy.









SU HISTORIA Y ST. PATRICK
Con experiencia en el mundo cervecero europeo y paso por Suiza y Rep. Checa –epicentro mundial de las Pilsen-, en 1997 Roberto Amitrano fue en búsqueda de algo bien distinto para Buenos Aires: un pub a partir de un formato importado de Dublín, más allá de la existencia allí de The Temple Bar (ver nuestra visita en edición 59, pag.65-67) como el más importante irish pub del mundo, al que Kilkenny nada tendría que envidiarle. “En Atlanta-EE.UU. los ejecutivos de Guinness con intenciones de hacer pie en América Latina por 1ra vez, me capacitaron sobre el concepto del verdadero pub irlandés y enseñaron un ejemplo concreto de pub oficial. Luego me dieron incluso a elegir entre 4 tipos de pubs originales desarrollados por la marca –nunca en América Latina- y hasta los planos de los arquitectos de Irlanda”, cuenta el impulsor del pub. Diferentes detalles de la ambientación que aun por suerte se mantienen, son fiel reflejo de la calidad superlativa con la que se instaló.
El pub fue ganando repercusión rápida con los conceptos novedosos que proponía más bandas en vivo, pero en el Día de San Patricio (17 de marzo) se empezaba a ver la magnitud de este pub emblemático. El 2do que celebraron, en el año 2000 fue el1ro que cubrió Revista Bar and Drinks. Alquilaron el estacionamiento de enfrente, y lo ocuparon con un escenario para bandas y DJs, más diferentes stands de marcas de cervezas como Heineken, etc. Los años siguientes fue creciendo exponencialmente, hasta ese día (cualquiera de la semana que caiga) tener los móviles de todos los noticieros trasmitiendo en vivo entre una multitud que pugnaba por entrar a alguno de los pubs del bajo Retiro. Incluso le construyeron un estacionamiento enfrente de varias plantas y lo siguió alquilando los 17 de marzo. El mundo hablaba de The Kilkenny esa fecha, con periodistas extranjeros cubriendo este fenómeno.“Venían periodistas de Irlanda, Escocia, Gales, Estados Unidos, no podían creer lo que veían”, aseguró Roberto.
Pese a que hoy una gacetilla (oficial) del whiskey irlandés Jameson (de Pernod Ricard Arg.) omite la importancia de Kilkenny y Amitrano en la celebración nacional de San Patricio, vale ponerlo en valor. Sin haberlo vivido, ellos difunden que: “La Argentina posee la 5ta comunidad irlandesa fuera de Irlanda, en gran medida gracias a la importante inmigración irlandesa y celta a inicios del siglo XX. La cultura irlandesa, su gastronomía y costumbres, se incorporaron en el país y, cada 17 de marzo se realizan grandes festividades en calles y parques de ciudades como Buenos Aires, Mendoza, Mar del Plata, Rosario y Córdoba, que desde el año 2009 cuentan con el auspicio de la Embajada de Irlanda y asociaciones de irlandeses y sus descendientes. Más allá de la comunidad, muchos otros se suman a los festejos verdes, brindando con whiskey y cerveza, y viven esta fecha como la oportunidad para reunirse con amigos y celebrar la vida.”
A esto Amitrano nos respondió: “Es correcto lo que dice Jameson. Solo que la 1ra ola migratoria llegó para lo que se llamó ‘The Big Famine’, que infectó por 2 cosechas los cultivos de papa en toda la isla, provocando la muerte de 1/3 de la población, y la inmigración de otro 1/3, todo por vuelta de 1850 en adelante. Luego la segunda ola se dio debido a la Primera Guerra Mundial.”
Y en cuanto a la celebración porteña, aclaró: “En los 70s cuando abre Down Town Matias, la celebración sale de la típica misa en la Catedral, acto de ofrenda floral en el busto del Almirante Brown y almuerzo en el Club Americano. Con la llegada de The Kilkenny ya para el año 2000, se convierte en una fiesta que trasciende a la comunidad irlandesa y llega a miles de personas. Así es que otros colegas de pubs se suman, no siendo necesariamente pubs irlandeses (como Druid In, Sullivans, The Shamrock, etc.)”. Ahí sí se subieron a la fecha marcas irlandesas de spirits (Jameson, Baileys, etc.) más cervezas industriales de todo tipo y origen.
PREMIOS Y BAR AND DRINKS TV
Dos años después el país se sumergía en una gran crisis estructural, pero The Kilkenny tenía espalda para sobrevivir. No solo eso, en 2003 sumaron la planta alta cuando unas oficinas la liberaron. Así es como instalaron el 1er Whisky Club, con un espacio exclusivo para miembros, con los primeros lockers para botellas en el país, barra y salón eduardiano que supo albergar grandes tertulias.
En ese espacio, entre 2011 y 2012 se grabaron numerosos programas de BAR AND DRINKS TV, la versión televisiva de la revista, conducido por el autor de esta nota justamente con Roberto Amitrano y el sommelier Bossi. En Youtube aun se pueden ver una cantidad de notas, algunas secciones de gran rendimiento como Versus (Vodkas, Scotchs, Single Malts, Fernets, Vermuts, Grappas, hasta energizantes! y todo tipo de bebidas), con el pico de más de 120.000 visualizaciones en el de Piscos. Incluso se puede ver el programa piloto de 2001, con una nota muy completa al vecino irish pub Druid In, como documento valioso del fenómeno por entonces. Por supuesto a Amitrano le dedicamos muchas páginas, como una doble con una entrevista en la edición Nro.4 de fines del 2000, cuya copia original le obsequiamos la noche de la reapertura (ver foto).

Hasta aquel momento, Roberto Amitrano se había alzado con el premio a Mejor Gerente de Bar/resto en Argentina, en las 4 ediciones que tuvo ese rubro hasta 2014: lo ganó en las 3 primeras ediciones de los Bar and Drinks Awards 2001, 2002, 2003 y además en 2010 como Mejor de la Década. El siguiente ganador fue Mariano Durán (La Parolaccia/La Bistecca) recién en 2014.
Asimismo, The Kilkenny se alzó con el premio a Mejor Bar de Argentina 2001, 2002 y en 2010 el Mejor de la Década. La pandemia impidió que Bar and Drinks celebrara un gran evento presencial por los 20 años, por lo cual la 2da premiación de la década no se realizó, quedando Kilkenny con el único premio de la historia hasta hoy.

CRÓNICA DE UN CIERRE ANUNCIADO
La tragedia de Cromañón a fines de 2004 impuso severas medidas de seguridad para boliches y eventos masivos, raleando las chances de continuar con ese formato mega de St. Patrick y obligando a volver a las fuentes, con celebraciones puntuales solo dentro de los locales.
Por otra parte, una experiencia frustrada en la licencia a terceros para un Kilkenny en el Puerto de Frutos del Tigre, les quitó las ganas de abrir sucursales o franquicias, pese a tener avanzadas las aperturas en Mendoza y Bariloche. De todos modos no pudieron evitar salga una copia idéntica en Paraguay, sin autorización ni relación alguna y que aun sigue abierto.
Con la instalación en 2003 en Zárate de la fábrica artesanal de cervezas “Gambrinus” (ver nota en Bar and Drinks TV), que abastecía casi con exclusividad al Kilkenny con 20 tipos de cervezas tiradas y 20 embotelladas, Roberto fue ocupándose más del naciente negocio. Lo hizo hasta terminar vendiendo su parte accionaria del pub junto a la mitad de los fundadores, a un ex socio que llevó otro grupo. Ya nada fue igual, en el pub desvirtuaron mucho el concepto, la magia se drenó enseguida y el carisma de su creador dejó un vacío muy difícil de llenar. Años después, también vendió su parte en la cervecera, retirándose de la actividad laboral.

REAPERTURA Y EXPECTATIVAS
Está más que claro que el microcentro porteño fue y es la zona más afectada por la pandemia. El volumen de gente que se movía en esta zona se redujo considerablemente. El home office alejó las oficinas de la zona y los locales comerciales fueron cerrando en gran parte. Incluso Kilkenny. La zona está lejos de ser lo que era hace 20 años, como así tampoco la escena de bares, hoy multiplicada con una cantidad de ofertas que ponen a Buenos Aires al tope mundial sin dudas. Por lo cual el desafío para los nuevos-antiguos dueños es más que enorme, mientras esperan que el turismo nacional e internacional vuelva a congregar visitantes que ocupen los numerosos hoteles del centro porteño, con un tipo de cambio que lo hace más que viable.
Durante los últimos meses, más allá de las demoras en las habilitaciones municipales, trabajaron a puertas cerradas para poner en valor el local según eran los planos originales, aunque lo encontraron bastante bien. A la vez, tienen la marca registrada en Brasil, Uruguay y Chile, ya que no descartan abrir en otras locaciones.
Hicieron una selección de 11 cervezas tiradas entre las industriales de CCU, más la nueva Guinness argentina (que hace Rabieta desde 2021 en Pilar) y la mencionada Gambrinus, que son el core del pub lógicamente. En cuanto a comida, tienen 12 pub grubs (tapeos, finger foods, burguers) y sándwiches como uno de cerdo braseado en Guinness, otro de carne macerada 2 días en whiskey irlandés, y demás. Los precios más que accesibles: $arg. 400 cada pinta (2 U$S) y $ 820-900 las hamburguesas. Se espera que usen el factor sorpresa en la oferta integral de consumo.
El pub en una primera etapa funciona solo en la planta baja y con el primer piso reservado para eventos privados. “Nuestro público original hoy es padre o abuelo. Si bien el core business serán los milennials, será un lugar para todas las edades, aunque ahora estamos volviendo a los orígenes con un aggiornamiento”, afirmó el alma mater.
Mientras tanto este jueves 17 de marzo, Día de San Patricio, en The Kilkenny se va a vivir una celebración limitada, acorde con la etapa, centrados en lo que viene. Con muchos nostálgicos que esperan vuelva a brillar el pub como antaño, en la icónica esquina de Marcelo T. de Alvear y Reconquista, ahora de martes a sábados de18 a 2AM.

IG: @thekilkenny – @bob.amitrano
